Kitty, el taxista y yo

Imagen : Eleanor Taylor

Yo le pregunto a Kitty, ¿Viste al chico que estaba sentado en la mesa del frente? Y Kitty me dice que no lo vio, que no está mirando hacia ningún lado, solamente a mí, porque siente que este momento es muy importante y que algo raro va a suceder cuando salgamos del bar. Qué hablas, locaza, le digo yo. Solo estamos tomándonos unas cervezas a las 3 pm. Te preguntaba si lo habías visto para decirte que, si yo fuera chico, me hubiera gustado tener su voz y sus canillas, ja ja ja.

Kitty bebe de su cerveza y abre grandes los ojos, dice que pensó que yo diría algo más importante, yo formo pistolitas con mis manos y le digo Tranquila, chica lista, no iremos a Brasil a ver el mundial pero andaremos por calles vacías pensando en morder nubes con la boca y no hacer nada más.

Kitty me da un abrazo y me dice que desea tener un enamorado que se parezca a mí. Yo le sonrío. La huelo un poquito, también. Pedimos la cuenta y le digo para ir al Parque Raimondi en el malecón de Miraflores, y luego bajar hasta la playa. Kitty a todo me dice que sí.

Subimos a un taxi y ella está encogida en el asiento pensando en no sé qué huevadas. Entonces, como yo tengo que hablar cuando me encuentro al lado de otra persona, le hablo aunque no esté recibiendo respuesta. Le digo que el otro día vi una entrevista que le hicieron al director de cine Carlos Reygadas, y al instante ella me guiña un ojo, ja ja ja, porque le causa gracia que yo hable de arte cuando hace un rato estaba oliéndome el sucio de las uñas. Yo le digo que tengo sentimientos encontrados con él, que me gusta su manera de expresarse sobre el cine, y quizás sobre la vida… Y que a veces sus imágenes aberrantes me desarman un poco, pero creo que generan un equilibrio. A mí me gustó Luz Silenciosa. Aunque se llame así. El taxista se detiene en el semáforo e interviene en la conversación y dice que le gustó Post tenebras lux. Yo hago gesto de sorpresa. Dice que la vio de casualidad porque estaba saliendo con una estudiante de cine, que le gustó la escena inicial con la niña, los perros y el sonido de los truenos. Muy apocalíptico todo, dice él, y Kitty estornuda.

En una parte de la entrevista que vi, Reygadas trata de explicar el argumento de Post tenebras lux y el entrevistador le hace un gesto, como de que las explicaciones sobran, pero Reygadas dice que si llegara un marciano a la Tierra y le pusiéramos una película de Hollywood y su película, el marciano entendería primero su película… Lo que sucede es que la sociedad de hoy es entrenada con los mismos códigos de comportamiento todo el tiempo. El taxista dice que hemos llegado al Parque Raimondi, y que verá Luz Silenciosa. Kitty me da un pellizco en el culo al bajar del taxi: ahora se siente contenta, cree que la sensación de rareza es provocada por su menstruación, que se aproxima. Un vino te caerá bien, le digo, y corremos hasta el faro.