La Calata Culta Domingo, 19 julio 2015

Santiago Antúnez De Mayolo: De Amores y Agonías

La Calata Culta

Leslie Guevara es directora de la escuela de escritura Machucabotones. Es autora invitada en los libros de relatos "Sexo al cubo", "Hermosos ruidos" y "21 relatos sobre mujeres que lucharon por la independencia del Perú". Es editora del libro “Once Veces Tú”. Ha realizado talleres de narrativa en cárceles peruanas, en coordinación con la Asociación Dignidad Humana y Solidaridad fundada por el padre Hubert Lanssiers. Actualmente escribe su primer libro.

El escritor Santiago Antúnez De Mayolo nos trae un conjunto de 4 piezas breves. El amor es uno de los temas, así como el hartazgo. Bajo la dirección general de Rebeca Ráez, la obra se presentará en una antigua casona de Barranco los días viernes 28, sábado 29 y domingo 30 de agosto a las 8 p.m. Previo taller, porque será un taller-montaje. Están servidos.

Cuéntame de qué trata De Amores y Agonías.

Son cuatro obras breves de teatro sobre las relaciones de pareja: dos tragicomedias, un monólogo y una comedia. La primera, Mínima Alicia, es el reencuentro de un viejísimo Lewis Carroll y una Alicia sexagenaria y senil, quien está convencida de que un fenómeno sobrenatural ha estirado las paredes de su casa, sin reparar en el normal encogimiento en la senectud. La segunda obra, Interiores de un Matrimonio con un Hijo Orondo, es una tragicomedia existencialista que pretende reflejar el hastío de vivir en una ciudad caótica como Lima, donde el peso de la rutina maneja las vidas de una pareja. La tercera, La Tortuga de la Señorita Brown, es una pieza experimental compuesta de dos pequeños actos. El primero es un poema de la ausencia, donde se idealiza a una persona amada que no existe, y de lo que podría ser la vida si ella fuese real. El segundo acto es un breve monólogo nacido de una carta que un suicida le deja a la mujer que ama. En la epístola, el suicida augura acontecimientos que la Señorita Brown y su tortuga enferma podrían experimentar… La última obra, Los Desvaríos de Darío, el zapatero, es una comedia más cercana al teatro del absurdo: un encuentro entre dos personas desconocidas es transformado por la inhalación de pegamento de caucho. Con la percepción alterada, Darío desata una absurda y refinada conversación con Manuela, quien pasea por el parque donde se cruzan accidentalmente. Ella, fascinada, denota una gran empatía; él, un irremediable enamoramiento. La atracción entre ellos resulta inevitable.

¿Cuál sería el tema principal de esas historias?

El amor, sin duda alguna, desde los días radiantes hasta los oscuros, en los que cuatro parejas exponen el enamoramiento, la ilusión, la rutina, el hartazgo y la locura de manera descarnada.

Me parece interesante un taller – montaje, ¿cómo será el proceso?

Será un Taller-Montaje de corto tiempo y de mucha intensidad, por lo que se necesita pleno compromiso del participante. Al tratarse de universos tan íntimos, la exploración a nivel actoral será dentro de un formato más cercano a la actuación de cine, según lo exija la obra y el trabajo de la directora.

En tu última obra hay una mujer que se va haciendo chiquita, ¿alguna vez te has sentido así?

Una vez sí, en el metro de Madrid, cuando entró un comité de atletas noruegos. Todos eran altísimos, considerando que yo mido metro ochenta. Pero si te refieres a si alguna vez he sentido los miedos de Alicia, aún no. Pero todos acabaremos encogiéndonos en la vejez. No podremos llegar a los pasamanos de los nuevos autobuses del corredor azul. Deberíamos escribirles a los congresistas, ellos tienen ideas para todo.

¿Cómo clasificarías tu obra?

Absurda, por ratos delirante, a veces triste. Me sorprendí cuando la directora me dijo que ella desearía ser cortejada como lo hace el personaje de Darío, que se dirige a una desconocida en un parque.

¿Qué ha aportado la escritura a tu vida?

Escape y pobreza, aunque los que escribimos solemos tener otros trabajos. Yo enseño en una universidad y en colegios, y también dirijo un taller de escritura en español en la National Writers Union de Nueva York, taller que inicié cuando vivía en Barcelona y que pienso extender en Perú. Volviendo a tu pregunta, la escritura es el bálsamo que la robótica cuántica no habría podido ser en mi vida. La robótica me hubiese dado tal vez mucho dinero y estatus para ir a comer a los mejores restaurantes y jugar waterpolo, pero opté por la escritura, a sabiendas de que es una profesión condenada a las penurias… a menos, claro, que uno escriba best-sellers sobre robots enamorados y billonarios que viven en Manhattan. Algo de eso hay en una novela que vengo escribiendo, sobre una familia adinerada e infeliz de Manhattan. Me divierte mucho inventarles padecimientos que el resto de los mortales solemos tener.

¿Qué opinas del teatro que se hace en Perú?

Luego de casi quince años sin poner un pie aquí, he encontrado un movimiento muy interesante y rico en propuestas. Cuando dejé Lima no había la cantidad de espectáculos teatrales que existen hoy. Veo a gente muy talentosa en el medio, una de ellas justamente es la directora de mi obra, Rebeca Ráez, muy respetada en el mundo teatral. Sólo he escuchado buenos comentarios sobre ella. Estoy teniendo la oportunidad de conocer a productores, directores y actores de primer nivel: tal es el caso de Nazira Atala, o del señor Ricardo Tosso o Giovanni Ciccia, a quien ya conocía. Es gente comprometida con el teatro serio. Eso entusiasma.

¿De qué manera puede incentivarse a las personas a ir al teatro?

Podría decir exactamente lo mismo que dicen otras personas ante esta pregunta, pero sabemos que la clase gobernante no va a hacer nada al respecto: le conviene tener al pueblo manipulable, sin hacer juicios de valor, analizar, leer o ir al teatro. Tal vez si a uno de los mozuelos de Esto es Combate o como se llame, se le pagara para que sea espectador permanente, digamos, por una temporada teatral, seguro se agotarían las localidades… Incluso lo podríamos lobotomizar para que lance mensajes subliminales en sus programas en vivo. Otra manera sería que La Calata Culta difunda mi obra arrojando volantes y vociferando con un potentísimo altavoz desde los cielos, tal como lo hizo el circo de Quico desde una avioneta en los noventas. Añoro su voz tronando mis oídos justo por estas épocas previas al 28 de julio.

¿Cómo representarías tu vida en una escena?

De alguna manera va a ser representada. No de manera fidedigna, pero muchos de los diálogos y de los personajes de esta obra y de mis cuentos son parte de mí expuesta, alterada, mezclada. Ficción y realidad, al fin y al cabo. De niño estaba convencido de que toda mi vida era filmada por una cámara escondida, y que mi día a día era expuesto sobre una inmensa pantalla, y que así fuese un niño malo, los espectadores estarían de mi lado.

 ¿Cómo te gustaría que saliera un espectador luego de ver tu obra?

Iluminado, tocado. Sea de alegría o de tristeza, pero tocado.

★ Aquí el link del evento.

La Calata Culta

Leslie Guevara es directora de la escuela de escritura Machucabotones. Es autora invitada en los libros de relatos "Sexo al cubo", "Hermosos ruidos" y "21 relatos sobre mujeres que lucharon por la independencia del Perú". Es editora del libro “Once Veces Tú”. Ha realizado talleres de narrativa en cárceles peruanas, en coordinación con la Asociación Dignidad Humana y Solidaridad fundada por el padre Hubert Lanssiers. Actualmente escribe su primer libro.