La Calata Culta Lunes, 26 marzo 2018

Wynnie Mynerva es una artista plástica que realiza el primer muestrario de órganos sexuales en el Perú

La Calata Culta

Leslie Guevara es directora de la escuela de escritura Machucabotones. Es autora invitada en los libros de relatos "Sexo al cubo", "Hermosos ruidos" y "21 relatos sobre mujeres que lucharon por la independencia del Perú". Es editora del libro “Once Veces Tú”. Ha realizado talleres de narrativa en cárceles peruanas, en coordinación con la Asociación Dignidad Humana y Solidaridad fundada por el padre Hubert Lanssiers. Actualmente escribe su primer libro.

Título original: Wynnie Mynerva: “El pene es como una mano, como una oreja”

Fotos: César Bedón Rivera

Siempre he pensado que si de sexo venimos, de sexo tenemos que hablar. Es lógico, ¿no? Hay una artista plástica que está realizando lo que ella llama “el primer muestrario de órganos sexuales en el Perú”. Cuando me enteré de eso pensé Quiero conocerla. Y cuando la googleé y vi las vaginas y los penes que creaba en yeso, me impresionó. Así que le escribí un mensaje al Facebook y fui a su taller en Barranco. Conversamos un rato sobre sexo. Sobre su familia. Sobre tetas chiquitas y labios vaginales grandes. Si quieres ver el arte de Wynnie, anda a su exposición “El Otrx Sexo” que se inaugura este martes 27 a las 7:30 en Fundación Euroidiomas.

¿Desde cuándo tienes tu taller acá?

Desde hace tres meses.

¿Y aquí cuántas horas pasas?

Todo el día, a veces duermo acá.

¿Por qué estudiaste artes plásticas?

Había estudiado historia del arte durante 3 años y en un momento me dije Estoy estudiando a la gente que produce. Yo quiero producir.

(Su celular suena. Wynnie dice Aló, dime, ¿ah, sí? ¿Tú crees? OK, voy a decirle a Andrés que vaya con pintura roja. Ella corta la llamada.)

¿Quién era?

Mi papá. Él me está ayudando con el montaje. Él es maestro de construcción. Él es el gran creador de la casa. Él me ha inspirado para que trabaje con mis manos.

¿Qué dice tu familia?
Al principio escondía mis cosas en mi cuarto. Me daba vergüenza que vieran mis trabajos. Y un día estábamos hablando en la mesa de mi casa y mis papás me dijeron Oye, nosotros sabemos lo que haces. Es hermoso cuando el arte puede integrar.

¿En qué momento se despertó tu curiosidad sexual?

Después del colegio.

¿Cómo así?

Sentía que teniendo senos o buenas nalgas era más propensa a que “me pase algo”.

¿Por qué tenías esa idea?

Veía a las mujeres muy vulneradas. De niña vi a una chica que caminaba al frente de una mecánica, y los mecánicos era vulgares y le silbaban. Fue horrible ese momento. Y yo en vez de pasar de frente, me desvié y me dijeron No te preocupes, a ti te va a llegar después.

Qué feo.

Qué feo, ¿no? Y en ese momento me pregunté ¿Qué me va a llegar? ¿Por qué me va a llegar? ¿Qué es esto?

¿El arte te ha ayudado?

Sí, totalmente. El arte ha sido para mí una puerta de escape. Me ha empoderado. Yo creo que después de tocar muchos penes erectos, para hacer los moldes de mis piezas, ya no tengo miedo. El pene es como una mano, como una oreja.

Es cierto.

Hace unos días estaba dentro de un bus y obervé que un hombre rozaba su pene contra una chica. Y era la interminable lucha de la chica, que se iba para un lado. Y ni siquiera le decía algo. En ese momento pensé ¿Por qué sucede eso? ¿Por qué las mujeres le tienen miedo al pene?

Falta información.

Al pene lo han catalogado como una estructura de poder. Te dicen que es fuerte, pero es flácido. Cuando vienen los modelos hombres y tengo que tocarlos allí es como Cuidado con lo que haces. Cuando saco la tijera, están alerta. Son muy delicados. Al pene siempre se le representa erecto, pero no todo el tiempo está erecto.

¿Y por que te interesó el arte erótico?

En la adolescencia a toda costa quería saber qué tenían los hombres bajo el pantalón. Yo decía A ver, a ver, ja, ja, ja. Era bien curiosa. Luego me di cuenta de que todo el tiempo pintaba cuerpos desnudos. Y asumí que tenía mucha influencia sexual.

¿De dónde? ¿Consumías pornografía?

Sí. Las imágenes que veía en la noche en una película porno las representaba al día siguiente.

¿Cómo te sentías con eso?

Hay un momento de ruptura. Pensaba ¿Por qué me sale esto? Lo acepté. Es como el paso de la adolescencia a la etapa universitaria.

Hay mucha gente a la que le gusta tu arte y mucha gente a la que le jode que pintes vaginas. ¿Cómo procesas la crítica?

Soy una chica segura. Las críticas no me interesan. Ellos piensan que una crítica me va a parar o que en la noche me voy a poner triste pensando en los comentarios, pero no es así. Eso solo alimenta la idea de que es necesario hablar de sexualidad.

“Otrx sexo” es tu primera individual. ¿Cómo te sientes?

Nerviosa. Y muy emocionada. La administradora del espacio me dijo Es una buena oportunidad para hablar de sexualidad. Y yo también lo creo. Con todos estos problemas de índole sexual, es necesario que las familias interactúen en lugares como este, para que les muestren a sus hijos qué hay detrás de la ropa.

¿Qué material es?

Es yeso. Las piezas sudan por la noche. Me gusta decir Amanezco con penes mojados.

¿Y cómo se te ocurrió este proyecto?

Yo quería hacer dildos.

Ah.

Pero no encontré un registro de penes para poder copiarlo. Así que empecé el primer muestrario de órganos sexuales en el Perú.

¿Cómo se enteran las personas de tu proyecto?

Convoco por intenet. Al principio aceptaba a todos, pero luego ya no.

¿Qué pasó?

Cambié de taller. Antes podía aceptar a quien sea porque compartía taller y estaba acompañada. Pero ahora ya no, porque corro riesgos. Ahora solo saco muestras de conocidos, de amigos en común.

¿Cómo es el proceso?

Siempre digo que vengan depilados. Luego les unto el alginato (una pasta que se endurece) y saco el molde.

Y si es un chico, ¿cómo hacen para conseguir una erección?

Vienen acá y ven películas porno solos o con sus enamoradas. Yo les digo Pueden masturbarse. En ese momento tengo que preparar el alginato, para sacar el molde.

¿Cuánto tiempo tienen que estar con eso?

5 minutos y sale.

¿Y siempre hay una teta más chiquita que la otra?

Sí, eso es así. Las tetas no son simétricas. Algunas chicas me cuentan cómo sus novios las desdeñaban por tener una teta más chiquita que la otra.

Foto: Facebook de Wynnie

Tienes que conocer tu cuerpo.

Eso no pasaría si conocieran su cuerpo. Las personas no hablan de su sexualidad. Ni entre amigas. Por ejemplo yo, cuando era adolescente pensaba que mis labios vaginales eran gigantes. Yo sentía que se salían de mi ropa interior. Toda mi vida he vivido equivocada. Y cuando empecé a sacar los moldes me di cuenta de que hay varios tipos de labios vaginales. Todas las vaginas son bellas.

¿Cuántas muestras vas a presentar en tu individual?

Casi 100. Y lo interesante es que las personas que me han ayudado con las muestras también se emocionan de ver su vagina o su pene en la exposición.

¿Todos identifican cuál es su molde?

Sí. Cada molde cuenta una historia. Recuerdo el molde de un pene. Lo recuerdo porque tiene una cicatriz particular, y el modelo me contó que una mujer lo habia mordido allí. Sangró mucho. Y le cosieron.

¿Cuándo es la expo?

Es el martes 27 de marzo a las 7:30 en Fundación Euroidiomas. Yo quiero que vengan niños, y familias.

Si hace 10 años me hubieran dicho «Oye, tú y César van a crear una compañía llamada Machucabotones Escuela de escritura expresiva» no lo hubiera creído. Y ahora existe. Me siento contenta de que exista, porque hacemos que más personas desarrollen su pasión por la escritura.

Ya no sé cuántos alumnos hemos tenido. Sé que muchos. Sé que se van contentos. Algunos dicen «Ahora tengo otro problema, no puedo parar de escribir». Eso es bonito. Eso pone.

Y vuelven. Cuando un alumno vuelve, me parece raro. Digo ¿Por qué vuelve? ¿Por qué no se va a otro taller?

Quizás porque aquí todos aprenden contentos. Aquí nadie se aburre. Al contrario, no se quieren ir.

Visita nuestra web. Quizás te interesa poner en palabras esa historia que tienes en mente.

 www.machucabotones.com

La Calata Culta

Leslie Guevara es directora de la escuela de escritura Machucabotones. Es autora invitada en los libros de relatos "Sexo al cubo", "Hermosos ruidos" y "21 relatos sobre mujeres que lucharon por la independencia del Perú". Es editora del libro “Once Veces Tú”. Ha realizado talleres de narrativa en cárceles peruanas, en coordinación con la Asociación Dignidad Humana y Solidaridad fundada por el padre Hubert Lanssiers. Actualmente escribe su primer libro.