La Calata Culta Viernes, 19 agosto 2016

Actor Cristhian Esquivel: “Puedo trabajar con cualquier director porque tengo el talento»

La Calata Culta

Leslie Guevara es directora de la escuela de escritura Machucabotones. Es autora invitada en los libros de relatos "Sexo al cubo", "Hermosos ruidos" y "21 relatos sobre mujeres que lucharon por la independencia del Perú". Es editora del libro “Once Veces Tú”. Ha realizado talleres de narrativa en cárceles peruanas, en coordinación con la Asociación Dignidad Humana y Solidaridad fundada por el padre Hubert Lanssiers. Actualmente escribe su primer libro.

Cuando supe que en Huancayo se había realizado un western llamado “Pueblo Viejo” me aluciné un montón. Dije Manya, las cosas están cambiando en el cine peruano y quise verla, pero las entradas se habían agotado. En ese momento recordé que hace unos meses conocí a uno de sus protagonistas, el actor peruano Cristhian Esquivel, y le pregunté si estaba en Lima. Él me dijo que sí y nos vimos en el café del Centro Cultural de La Católica, conversamos un montón. Porque cuando lo conocí no conversamos mucho, solo le invité una mandarina y él me la recibió. Sabía que él había sido el soldado que mató al “Che” en la película de Soderbergh, pero no sabía que había participado en tantas producciones extranjeras, incluida una serie producida por Almodóvar. Y ahora, mientras termino de escribir este gorro, muchos mexicanos están viendo a Cristhian interpretando a Moctezuma en la serie “Carlos, Rey Emperador”. Es locazo conversar con una persona tan importante y sentirla tan sencilla.

¿Qué es lo que más has disfrutado de tu participación en la película Pueblo Viejo?

La naturaleza. Ha sido como trasladarte a otro mundo. Sales de tu mundo de las zapatillas, el confort, los celulares. Y te dedicas a estar con los animales, con la vegetación. Ves el sol, las estrellas. Ha sido un encuentro muy sensorial.

¿Ya viste la película?

Yo la vi en el Almería Western Film Festival 2015. Pueblo Viejo compitió con una película de Tommy Lee Jones, con una francesa, con una canadiense. ¿Y quién ganó? Pueblo Viejo. Mejor película.

Manya, ¿y habrá estreno comercial?

La idea es ir a festivales. Y si se estrena comercialmente estará bien. Pero los festivales siempre son más interesantes.

¿De qué trata Pueblo Viejo?

La película está basada en el cuento “Agua” de José María Arguedas. En un pueblo hay una sequía, los animales no tienen qué comer porque no crece el pasto y el más poderoso del pueblo (Juan Manuel Ochoa) decide repartir el agua para su beneficio. Y quien toma las riendas es mi hermano Antuco, que decide ir a enfrentarlo.

¿Cómo fue el rodaje?

Empezamos el 2 de junio del 2014 y yo estuve un mes antes montando a caballo, en eso sí soy muy radical. Si yo sé que voy a hacer un personaje andino que monta a caballo, que siembra en su chacra, que lucha por la injusticia, necesito integrarme. Me gustaba caminar por los pueblos: paseaba todas las tardes y aprovechaba para hablar con los hacendados. La hacienda es un tema muy heavy, porque es un sistema económico traído por los españoles. En consecuencia, existió una explotación absoluta a los indios.

¿Cómo trabajaste tu personaje?

Lo trabajé por ahí justamente… Arguedas en muchos de sus cuentos dice que la gente del ande esta ninguneada. Hasta la fecha viene alguien de la sierra y le dicen de manera despectiva Ay, ese serranito, y eso es una mierda. Aparte, nuestra raza es andina, ¿por qué sigue existiendo esa falta de respeto con la gente del ande?

¿Cómo te convocan para actuar en la obra de teatro “La Perra Chola”?

Álex Álvarez es un apasionado de La Perricholi, se ha leído todo sobre ella. Tú hablas con él y te cuenta hasta cuándo tuvo su primera menstruación. Estábamos en Europa y un día me dijo Oye, Cristhian, hacemos este proyecto… leí el guion y me pareció espectacular. Todos mis textos son en verso y tanto ella como yo cantamos canciones compuestas por el mismo director de la obra. Es un musical. Y hay un grupo de gente, el pueblo, que canta y baila. Es como el eco de los personajes.

¿Y cuál es tu personaje?

El virrey Amat.

¡Vaya! ¿Cómo era el virrey Amat?

Era un apasionado del teatro. Conoció a Micaela Villegas viéndola actuar en el teatro, antes de que fuera La Perricholi. Él era un hombre de 65 años y había sido un combatiente radical, tenía en su haber muchas victorias. Gracias a él se reconstruyeron muchos lugares, como la Alameda de los descalzos y la catedral de las Nazarenas… Pero también fue mal visto.

¿Por qué?

Estaba con Micaela Villegas, una mujer mestiza y joven. Y lo más curioso era que ella lo trataba como a su perrito faldero. Cuenta la historia, esto está así en el libro de Luis Alberto Sánchez, que él podía estar en un pleno y ella llegaba de pronto, así tal cual, y se sentaba en sus piernas. Él decía Estoy ocupado, ella no se movía, decía ¡No, yo quiero estar acá!

¡Era una fresca!

Llegó a tener un hijo con el Virrey Amat. En Barcelona hay un lugar llamado Las ramblas, y el virrey Amat mandó a construir un palacio para ella. ¡Imagínate, qué peruana tiene un palacio en Europa!

¿Cómo fue interpretar a una persona mayor?

No tuve que hacer de anciano, por suerte. Un poco caracterizado, sí, por el vestuario. Pero lo central de la caracterización del personaje era transmitir la pasión.

Eres uno de los actores peruanos que más trabaja en producciones extranjeras. ¿Has sentido discriminación en todo este tiempo?

Sí me ha pasado… acá, en Perú. Lamentablemente nuestra sociedad actual puede ir mejorando en construcciones y edificios, pero no se construyen mejores personas.

¿Eso en España sucede?

Allá me siento bien, todo el mundo te mira a la cara, valoran tu trabajo. La gente es respetuosa, amable. Tampoco te digo que te van a abrazar, pero acá te acercas a alguien y no se puede, te miran mal. Ahora se dice que Perú está creciendo, pero ¿de qué nos sirve si seguimos siendo trogloditas?

Me he dado cuenta de que a ti te gusta trabajar en películas con mensaje. ¿Si te convocan para Al fondo hay sitio dices que no?

No lo haría. A mí me han convocado para varias series y no me ha gustado, siguen contando historias que denigran, no contribuyen. Siempre digo ¿De qué va la historia? Y me dicen De la gente que viene de la sierra y la protagonista que es de la costa… En ese momento digo Muchas gracias, cuando cambien el chip me llaman. Yo creo que la gente de la sierra debería hacer una marcha para decir “Basta”. Siempre es lo mismo, Juan y María deciden ir a Lima por un futuro mejor, no me jorobes con esa historia. Entonces, ¿si yo soy del Cusco voy a estar sufriendo?

Es que estos guionistas son muy flojos…

Qué pena, yo no sé escribir. Si tú miras las series que transmite Sony, Fox, TNT, alucinas con las historias porque ellos se ponen la meta más alta. Acá en Perú no hay un producto televisivo del que digas Puta madre, qué paja.

Tú hiciste una serie producida por Almodóvar en el 2006.

Fue la primera vez que Almodóvar se arriesgó a hacer un producto televisivo, y la última también. Mi personaje era un tipo de afuera, que trabajaba cuidando ancianos. Pero mi personaje tenía un nombre, una lucha. Sueños. Porque muchas veces en las series españolas el latino es el que te roba, el que te vende la coca. ¡Para mí fue increíble!

¿Cómo conseguiste ese papel?

Por una amiga que conocí en una función de teatro. Ella me dijo que iba a haber un casting y me dio el nombre de la encargada, pero yo la llamaba y nunca me contestaba. Le mandaba correos electrónicos y tampoco.  Yo dije Esto tiene que ser mío. Fui a su oficina, me quede ahí, esperé muchas horas. Hasta que salió y me acerqué a ella y le hablé. Al mes ya estaba contratado para la serie de Almodóvar. Yo siempre estoy seguro de lo que puedo ofrecer. Yo sé que puedo trabajar con cualquier director, porque tengo el talento para interpretar.

¿Estuviste en los 13 capítulos?

Todos, de principio a fin. Tengo el pack enterito. Si quieres te lo presto.

Claro que sí. ¿Qué podrías rescatar de trabajar con Almodóvar y su gente?

Yo pienso que el trato. Yo creo que el trato tiene que ser equitativo para todos. Allá hay un trato muy especial hacia los actores. Todo es un trabajo en equipo. Es una familia. Y pienso que aquí, en Perú, eso no hay.

¿Crees que hay algo así como una “doble moral” en los actores peruanos?

Hay mucha doble moral, y un artista no debe ser así. Yo no voy pregonando que trabajé con Almodóvar. Y acá los actores hacen una película y ya se pasan de largo, no te conocen. ¡Eres un actor, no eres más que eso!

¿Te escribe mucha gente?

A mí me ha escrito mucha gente al Facebook diciéndome Discúlpame, pero te escribo porque me gusta mucho tu trabajo… y yo respondo Primero, no tengo nada que disculpar, si quieres nos tomamos un café. Ja, ja, ja, una vez me escribió una chica porque interpreté a Moctezuma en “Carlos V, rey emperador”, que ahora mismo está transmitiéndose en México. Imagínate, interpretado por un peruano. ¡Eso es algo histórico! ¡Es como si ahorita estuvieran haciendo la serie sobre Huáscar y Atahualpa y estuviera actuando un mexicano! A cada persona que me escribe yo le respondo Si una persona se toma el tiempo para dirigirse a mí, yo también tengo que tomarme el tiempo para responder.

¿Imaginaste qué algo así te pasaría?

Yo tenía claro que quería hacer personajes. Eso siempre quise hacer, desde niño: jugar a interpretar. En España he actuado de pandillero, de Moctezuma, de este chico enfermero que cuida a la abuelita. Y Hubo una serie, “11M”, y yo era el único latino.

¿Cuánto tiempo llevas viviendo en España?

16 años en España, solo. Teniendo un cierto reconocimiento. Toda la semana hay entrevistas. Y eso me sirve para dar este mensaje, de que puedes conseguir lo que quieras. Igualmente va a haber miles de problemas, no te digo que todo va a ser felicidad…

¿Ahora qué te dicen tus padres cuando vienes a Lima?

Mis padres antes me decían Eso no te va a dar dinero. Yo quiero hacer lo que me gusta, no quiero ganar dinero: siempre fui muy claro con eso. Y ahora ellos son mis primeros fans, mi apoyo. Y cuando regreso a Casa Grande, mi pueblo, la gente me hace sentir como si llegara alguien importante… ¡y no lo soy! Soy simplemente alguien que decidió luchar por sus sueños.

 

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Leslie Guevara es directora de la escuela de escritura Machucabotones. Es autora invitada en los libros de relatos "Sexo al cubo", "Hermosos ruidos" y "21 relatos sobre mujeres que lucharon por la independencia del Perú". Es editora del libro “Once Veces Tú”. Ha realizado talleres de narrativa en cárceles peruanas, en coordinación con la Asociación Dignidad Humana y Solidaridad fundada por el padre Hubert Lanssiers. Actualmente escribe su primer libro.