La Calata Culta Martes, 17 marzo 2015

Lici Ramírez: “¡Seguiremos pintando, seguiremos luchando!”

La Calata Culta

Leslie Guevara es directora de la escuela de escritura Machucabotones. Es autora invitada en los libros de relatos "Sexo al cubo", "Hermosos ruidos" y "21 relatos sobre mujeres que lucharon por la independencia del Perú". Es editora del libro “Once Veces Tú”. Ha realizado talleres de narrativa en cárceles peruanas, en coordinación con la Asociación Dignidad Humana y Solidaridad fundada por el padre Hubert Lanssiers. Actualmente escribe su primer libro.

Hace unos días conocí a una artista con más de 30 exposiciones colectivas, Lici Ramírez. Nos encontramos en un parque de Miraflores y nos sentamos sobre el pasto a conversar. Ella dibuja, pinta y hace unos bordados preciosos. No le asusta salir a las calles a pintar, ella comunica su pensamiento a través de su arte. Me ha dicho que su intención es generar una reflexión en el pueblo y desarrollar amor por nuestro Perú.

¿Por qué Lici?

Mi nombre de nacimiento es Lisbeth Ivonne Ramírez Ramírez, pero desde que tengo uso de razón me dicen Lici. Mi papá me puso así de pequeñita.

¿Saliste del colegio y estabas decidida a estudiar arte?

Sí, desde los seis años ya sabía que eso era lo mío. Vengo de una familia muy humilde pero mi papá siempre tuvo una biblioteca llena de libros. Llena de cosas increíbles para que yo pudiera conocer otras realidades. Y a los seis años encontré una revista de arte y me enamoré de Van Gogh.

¿Qué te gustó de Van Gogh?

Más que la pintura, la vida que tenía él. Una vida intensa. Eso me conmovió.

Vida de artista. ¿Te alucinabas haciendo pintura?

Sí, de hecho. Yo me alucinaba haciendo trazos expresivos, algo muy psicológico. Cuando era niña era muy emo, muy metida en mi mundo, y a través de la pintura trato de mostrar ese mundo interior.

¿Cuándo eras niña te gustaba el dibujo?

Sí, claro, aunque dibujaba bolitas y palitos pero poco a poco fui avanzando y a los 11 ya dibujaba mejor, ja, ja, ja.

¿Y en qué momento adoptas tu estilo?

Ya en la escuela, pero no por la escuela en sí sino acercándome a otros saberes, otros tipos de experiencias, en colectivos. Mi tiempo fue muy conflictivo pero también muy fértil. Experiencias con colectivos como FITECA en Comas, CIJAC, Vichama, Arenas y Esteras en Villa el salvador.

¿Qué es lo que te gusta de dibujar?

El vínculo con lo social. Eso es algo que está siempre en mí. Pero si yo tuviera que dibujar libremente dibujaría sobre poesía, sobre el amor. Sobre un mundo surreal-fantástico que tal vez es el mundo que sueño, no lo sé.

¿Cómo nace ese lado social en ti?

Ha sido un largo camino de aprendizaje: conciliar lo surreal y lo social. Una parte de mí es de izquierda. Mi papá siempre nos motivó el cuestionamiento. Él me inspiro a tener una conciencia crítica. Y es natural comunicar mi pensamiento con mi arte, revelar cosas que los medios masivos no te muestran, me parece que eso es importante.

¿Qué te gusta más de lo que haces?

La performance y la instalación. En mis dos individuales pude intervenir trajes. Me encanta eso. Yo no estudié performance, pero he tenido amigos que me han ido enseñando. He podido ver cosas, y me gusta salirme del formato habitual del lienzo. Y que la gente pueda ponerse una camisa bordada por mí. O de repente interactuar con una carreta, o ser parte de un momento de carnaval. Yo siento que lo que hago yo es completo, es algo sensible. El espectador deja de ser espectador y se enriquece con mi arte.

¿Cuáles son tus influencias?

Yuyachkani es una de mis principales influencias. Gente muy cercana que trabaja la ilustración como Sheila Alvarado. Otros amigos que trabajan identidad, como Luis Antonio Torres Villar, como Carla Quispe, gente de mi generación. Todos estamos avanzando en revalorar nuestra cultura.

¿Crees que hay más presencia femenina en el mundo de la ilustración?

Sí, y me da mucha alegría. Cada vez veo más compañeras incursionando en la novela gráfica, en el cómic, en la ilustración. Gente como Angela Ramos (aka Ange Intertelar), Cristina Zavala (aka Sarah O Conor). Y lo practican de forma muy comprometida.

¿Qué tal tu experiencia pintando en las calles?

Ha sido una experiencia enriquecedora. FITECA es una avanzada cultural que viene de la organización de barrio: es hermoso ver cómo las señoras del comedor popular se organizan para realizar el evento. Este año se viene con fuerza, ya están convocando. Y no sólo FITECA, acaba de darse el Festival Nosotras estamos en la calle, y ahí se puede ver un poco de muralismo, hip hop. Hay que desarrollar un amor por nuestro Perú desde nuestras diferentes áreas. Las nuevas organizaciones le están metiendo harto punche.

¿Qué piensas sobre la eliminación de los murales en la calle en esta gestión municipal?

Creo que tanto la negativa homofóbica contra la Unión Civil en el Congreso, así como la eliminación de los murales en esta gestión de Castañeda Lossio, son parte de una arremetida contra la libertad, tanto sexual como cultural. Es un ataque artero contra aquellos que son críticos, que participan activamente de su sociedad, que se organizan por sus derechos y en torno a la cultura. Yo siento que es parte de lo mismo: la  homofobia y el autoritarismo van de la mano, la venganza política y la mezquindad también. Particularmente aborrezco el accionar de quien dice ser nuestro alcalde. Varios artistas y gente que apoya la cultura nos estamos organizando para realizar acciones de protesta contra este atropello. Confío en que toda la comunidad nos dará su apoyo pues el arte une, reactiva espacios olvidados y le da alas y esperanza a la juventud. ¡No vamos a dejar que borren nuestros sueños! ¡Seguiremos pintando, seguiremos luchando!

¿Tu mamá te enseñó a bordar?

Ella no me enseñó a bordar, me enseñó a bailar y a sonreír, ja, ja, ja. Aprendí empíricamente, viendo. Tú ves el bordado huancaíno y te inspiras. Debería meterme a un taller y perfeccionar esta técnica, porque yo solo sé hacer punto relleno por ahora. En ambas individuales que he tenido he hecho bordado, tomando temáticas de conflictos sociales que se han ido dando. He hecho trajes sobre Bagua, Conga, Oroya.

Si no fueras artista, ¿qué serías?

Activista. Hay muchas causas justas por las que luchar.

¿Te interesaría entrar en política?

Yo prefiero mantenerme independiente. Mantener mi postura crítica, incluso de la propia izquierda. Guardar distancia para criticar y aportar.

¿Cómo ves la realidad del Perú?

Siento que las organizaciones juveniles están volviendo a fortalecerse. Que las personas se están organizando para hacer el cambio.

¿Qué piensas del fujimorismo?

Es una aberración. He luchado contra eso desde los 16 años. Estamos hablando de caudillos que nos llevan por el camino de una corrupción sin fin.

¿Qué te ilusiona?

Que cambien muchas cosas, que todos los colectivos o causas en las que me comprometo logren sus sueños.

¿Te consideras romántica?

Más que romántica, idealista. Tengo ideales muy fuertes, por ejemplo, la libertad. El afán de la justicia. Yo creo que vale la pena luchar por lo nuestro.

¿Cómo es tu vida como artista?

Yo creo que el artista en sí, además de dibujar y ser su propio CM, siempre está pensando en cosas locas. Ahora estoy tomando una casa con unos amigos, para hacer talleres. Brindar una residencia artística. Creo que ese sueño es el más importante que tengo en este momento. Dar talleres y brindar el espacio a otros.

¿Qué planes para el año?

Estoy sacando tiempo de todas partes para hacer un par de colectivas con tres amigas. Una es de identidad femenina, con Alicia Ugaz y María Rivasplata. Ellas tratan el cuestionamiento como mujer, me gusta eso. Son dos amigas que hacen mucha ilustración. Otro es sobre el carnaval, con Léia Sucasaire.

¿Has tenido exposiciones fuera de Lima?

Uno de mis trajes está dando la vuelta por todo Brasil, por invitación de uno de mis grandes amigos, César Ramos, que es un curador independiente: me contactó con la universidad Minas Gerais. Es el traje que bordé para mi primera muestra, que se llama Corazón Retablo y tiene un texto de Arguedas. Me emociona mucho eso, me han llegado bonitos comentarios. También se viene una muestra en Italia, que la está activando Rossana Mercado, una compañera artista. Eso viene en abril.

¿Cómo te imaginas a Lici dentro de 10 años?

Como una performer consumada, ja, ja, ja. Con la ayuda de todos mis amigos performistas espero aprender y poder usar todos mis trajes. Seguir haciendo arte, eso es lo que me interesa.

La Calata Culta

Leslie Guevara es directora de la escuela de escritura Machucabotones. Es autora invitada en los libros de relatos "Sexo al cubo", "Hermosos ruidos" y "21 relatos sobre mujeres que lucharon por la independencia del Perú". Es editora del libro “Once Veces Tú”. Ha realizado talleres de narrativa en cárceles peruanas, en coordinación con la Asociación Dignidad Humana y Solidaridad fundada por el padre Hubert Lanssiers. Actualmente escribe su primer libro.